Si el eje de la Tierra adquiriese un movimiento de precesión que lo
llevase a situarse continuamente perpendicular a la línea que une el
planeta con el Sol, la vida seguiría pero no igual.
Los humanos podrían desplazarse de los lugares donde vivir se hiciese imposible, sin duda abandonando recursos.
Tal vez con el tiempo se puedan colonizar nuevos hábitats.
Y mientras tanto la pregunta es si habrá recursos alimenticios y energéticos, y si estarán disponibles allí donde se necesiten.
¿Qué
sucedería con los satélites? Posiblemente alterarían sus órbitas
relativas a la superficie terrestre, perdiendo su utilidad en
comunicaciones, GPS, observación, etc., temporal o definitivamente.
La duración del día se acorta en cuatro minutos: un gran problema, el problema de los 4 minutos.